IES ALTO CONQUERO
ies ALTO CONQUERO
DEPARTAMENTO
DEPARTAMENTO
    PÁGINA ANTERIOR        PÁGINA SIGUIENTE   

LITERATURA
literatura GRIEGA

homero











HOMERO: AEDO Y POETA ORAL
  1. LA ÉPICA: SUS ORÍGENES
  2. HOMERO
  3. LOS AEDOS
  4. LA POESÍA ÉPICA COMO GÉNERO ORAL
  5. AEDOS Y RAPSODAS EN GRECIA

1.- La épica: sus orígenes.        INICIO                 

    Presente en las culturas más distantes en el tiempo y en los lugares más diversos, el género épico cuenta con testimonios literarios que, en algunos casos, (literatura hetita, literatura india), remontan al segundo milenio a.C.

    Pero la literatura épica india (Mahabhárata, Ramayana) no fue conocida en el occidente europeo hasta bien entrado el siglo XIX, y los poemas épicos hetitas (Poema del Reino Celeste, Canción de Ullikummi, etc.) continúan siendo un campo reservado a unos pocos especialistas.

    Debido a todo ello, hablar de los orígenes de la épica equivale a estar refiriéndose a dos poemas griegos atribuidos a Homero: la Ilíada y la Odisea.

    La denominación de poesía épica lleva un adjetivo "épike" derivado del sustantivo "épos", que en los poemas homéricos se emplea unido a "míthos", para poner de manifiesto el elemento narrativo de este tipo de poesía. La forma de esta poesía se relaciona con el verbo "aeidein" "cantar" y con los sustantivos "aoidé"  "canto" y "aioidos" "cantor" que podemos transcribir por "aedo".

2.- Homero.        INICIO        

    La personalidad del autor (o autores) de la Ilíada y de la Odisea se nos escapa por completo, en primer lugar porque no asoma nunca en su obra, y también porque en los poemas es difícil decidir con seguridad sobre lo que está tomado de la tradición y lo que es atribuible a quien le dio forma definitiva. A lo sumo se puede conjeturar que el autor de la Ilíada conocía la Tróade y Licia por el modo como trata de los linajes de Eneas y de Glauco. El aedo se sentía miembro de una colectividad y nada más que un eslabón de una tradición.

    Las indicaciones sobre Homero que han llegado hasta nosotros son el producto de una elaboración legendaria de la figura, concretada en una Vida de Homero, de la que nos han llegado varias versiones y en un Certamen de Homero y Hesíodo.

    Sobre su época, las tradiciones van desde considerarle contemporáneo de la guerra de Troya hasta hacerle vivir cuatrocientos años después e incluso en el siglo VII a.C. Igualmente variadas son las indicaciones sobre su nacimiento, su vida y su muerte. Unas le hacen nacer en Esmirna. Otras le consideran de la isla de Quíos. El rapsodo que compone el Himno a Apolo Delio habla de sí mismo como "hombre ciego que habita en Quíos"; al identificarse el autor de dicho himno con Homero, se le hizo a éste nacer en la mencionada isla y así las referencias al "varón de Quíos" comienzan pronto en la literatura. Esta localización cobra verosimilitud por la existencia en Quíos de una familia de rapsodos profesionales que se llamaban Homéridas, que pretendían ser descendientes de Homero y tener en custodia los textos de sus poemas.

    Según otras tradiciones, Homero habría muerto y habría sido enterrado en la pequeña isla de Ios, cerca de Tera. En general las leyendas sobre la persona y la vida de Homero no presentan rasgos individuales. Homero es el tipo del rapsodo ambulante, ciego y pobre, que sólo recibe ingratitud en pago de los beneficios de su musa.

    Sin que nada esté demostrado sobre su época, su nacimiento, su vida y su muerte, es muy probable que existiera en la región de Quíos y Esmirna un poeta épico de carne y hueso que se llamó Homero. La relación concreta de ese personaje con el autor que dio su forma a la Ilíada es otra cuestión, para la que no parece posible una respuesta.

    Otro problema distinto es si el autor de la Ilíada es el mismo del de la Odisea. Que no lo era de los poemas cíclicos que también se le atribuían a él, es conclusión a la que pronto llegaron los antiguos por razones técnicas de composición y estilo y que resulta clara si se tiene en cuenta que el éxito de la Ilíada originó el deseo de completar todo el ciclo, remontándose por arriba hasta la creación del mundo y continuando el poema de la cólera de Aquiles hasta el mismo regreso de los griegos, que empalmaba con la Odisea.

3.- Los aedos.        INICIO        

    Son los propios poemas homéricos la fuente más antigua de información sobre los aedos y sobre la poesía épica. Sus rasgos principales son:

4.- La poesía épica como género oral.  INICIO    

    El estudio del estilo homérico ha revelado la mecánica formular de la dicción épica y no deja así lugar a dudas sobre la naturaleza puramente oral de esta poesía durante la fase viva, de continua creación y recreación que precedió a la fijación por escrito de la Ilíada. Al acudir a la épica de otros pueblos y épocas hemos podido llegar al conocimiento de la esencia de lo que es en general la poesía épica:

5.- Aedos y rapsodas en Grecia.        INICIO        

    En el siglo VII a.C. se produjo en Grecia un cambio en la ejecución de la poesía épica.

    Los poemas épicos dejaron de ser cantados, pasando a ser recitados, sin acompañamiento musical. El recitador profesional era el rapsodo, personaje que lleva a cabo un empalme sucesivo de cantares de gesta. El rapsodo ya no canta; lleva consigo, no un instrumento musical, sino un bastón, con el cual golpea el suelo para marcar bien el ritmo de los versos.

    Naturalmente un rapsodo dependía de un texto aprendido de memoria, lo que supone una fijación por escrito de los poemas que recitaba, aunque introdujese interpolaciones, hiciese cambios o supresiones, de acuerdo con su propio gusto o para agradar mejor al público.

    La composición de la Ilíada, que formaba parte del repertorio de los rapsodos y que existe como texto escrito desde la Antigüedad, ha de ser estudiada dentro de esta historia de dos grandes fases de la épica griega: la época creadora de los aedos (oral) y la reproductora de los rapsodos (recitación de textos fijados por escrito).