EL TEMPLO DE VENUS Y ROMA
Este templo, situado entre la Basílica de Majencio y el
Coliseo, ocupa una vasta plataforma artificial, obtenida gracias a la ampliación
de la colina Velia. Fue levantado sobre los restos del monumental atrio de la
Domus Áurea, el palacio de Nerón.
Iniciado en el año 121 d.C. e inaugurado
catorce años más tarde, el Templo de Venus y Roma fue proyectado
personalmente por Adriano, emperador apasionado por el arte y la arquitectura.
El edificio formaba parte de un pórtico con columnas que le dejaba libres las
fachadas y que tenía al centro de los lados más largos dos propileos de acceso.
En conjunto el edificio era de grandiosas proporciones (145 x 100 metros).