TEMPLO DE ANTONINO Y FAUSTINA
En el centro se observa un edificio
precedido de una fila de columnas: se trata del Templo de Antonino y
Faustina.
Su perfecto estado de conservación
se debe a su transformación en la iglesia de San Lorenzo de Miranda, que
entre los siglos VII y VIII ocupó su cella. La fachada está compuesta por seis
columnas con capiteles corintios y otras dos columnas en los lados largos.
La inscripción esculpida en el arquitrabe
del pronaos recuerda que el Templo fue dedicado por el Senado a la pareja
imperial divinizada. Es una nueva dedicatoria pues el templo había sido
construido en el año 141 d.C. por Antonino Pío en memoria de su mujer. El Templo
corrió el riesgo de ser completamente desmantelado por la búsqueda de materiales
a inicios del siglo XVI.